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martes, 1 de febrero de 2022

Parte positiva de un fallecimiento

    El pasado jueves falleció mi madre. No tenía ninguna enfermedad así como para eso pero, pienso que llegó al final de sus días y ya está (la parte positiva, al final).
    Llevaba algún tiempo malita con una cosa, otra, etc, desde que el pasado 4 de enero de 2021 (hace poco mas de 1 año), se cayó y se rompió la cadera.
    Durante todo este tiempo se volvió una persona dependiente aunque parecía que desde la operación hasta el verano se iba recuperando, a partir de agosto se fue deteriorando bastante. Ya llevaba un tiempo con su Ángel de la Guarda especial, una chica marroquí, que la ha estado cuidando muy bien y con mucho cariño junto a nosotros y las personas de ayuda a dependientes, unas personas maravillosas en la mayoría de los casos (también en eso hemos tenido suerte). 
    Otra cosa que me ha ayudado bastante a pasar este trago ha sido la lectura en estos meses del libro de Paz Padilla "El Humor de mi Vida" con su visión particular de una pérdida.
    Soy consciente de que hay fallecimientos y fallecimientos, que no todos son iguales ni significan lo mismo según sea el finado. No es lo mismo la muerte de una persona joven como un hijo ¡claro! 
    En éste caso se trataba de mi madre que, aunque solo tenía 83 años,  no estaba muy bien ya que tenía muchos dolores no solo de la cadera rota, sino de todos sus huesos.
    También tenía problemas digestivos que la hacían devolver o tener diarreas constantemente, le costaba mucho trabajo y era una lucha constante el tomar medicación, sobre todo en forma de pastillas, jarabes, o diluidos por lo que las opciones que teníamos eran pocas o ninguna. 
    Nosotros, mi hermana y yo, junto a nuestro Ángel de la Guarda, Hakima, le hemos estado dando los mejores  cuidados, compañía y atendiéndola lo mejor que hemos podido o sabido durante todo este tiempo. 
    El último mes estaba muy mal, con más dolores de la cuenta y junto con su médico, decidimos de empezar a ponerle los parches de morfina para mitigar sus dolores unos diez días antes de su fallecimiento por lo que durante ese tiempo estaba casi todo el tiempo dormida aunque sin dolores.
    Pero todavía nos quedaba por ver otro servicio mas de mi madre hacia nosotros, que a lo largo de su vida nos ha hecho muchas cosas que solamente sabe hacer una madre como ella, y ha sido el hecho de que en su velatorio hemos visto, a pesar de la pandemia,  a muchos amigos y conocidos de cerca o de menos cerca que han venido a acompañarnos en estos momentos difíciles. Su fallecimiento ha propiciado el reencuentro con esos familiares y amigos recientes, o de toda la vida a los que no veíamos desde hace tiempo y que sabíamos que estaban ahí ¡como así ha sido! 
    Por ello y por todo, quiero hacer este homenaje a MI MADRE que sí ¡es cierto! madre sólo hay una y sólo una.
    DEP.
     
    

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